Logroño vuelve a soñar con recuperar el fútbol

Han pasado más de 20 años desde que el Logroñés subió a Primera División. El equipo está ahora en Segunda B y sueña con vivir un verano diferente en el que no tenga que volver a sufrir otro descenso administrativo. Es el agujero sin fondo del que se antoja imposible salir. Sin embargo, ahora parece que alguien está dispuesto a tirar una cuerda para volver a la superficie desde el cieno de las deudas. Félix Revuelta, propietario de Naturhouse, quiere reflotar el club de la tierra que le vio nacer. El máximo responsable de la cadena de tiendas de dietética está desarrollando su particular Responsabilidad Social Corporativa con los clubes más destacados de La Rioja. Sin ir más lejos, desde hace un año patrocina al Naturhouse La Rioja, equipo que juega en la liga Asobal de balonmano.

La noticia de su participación en las negociaciones para comprar el club y asumir la deuda histórica transpira más un deseo que la realidad de una ciudad y una región que cuentan a sus hijos que tuvieron un equipo Primera División.

Los logroñeses deberían hacer una reflexión muy profunda con esta noticia. Aficionados y seguidores del club han comentado hasta el hartazgo que "empresarios y políticos" se tienen que poner de acuerdo para reflotar el club. Pero ¿qué hace el ciudadano de Logroño para que el equipo sobreviva? Nada. Son muy pocos los aficionados que han acudido al campo en los años de peregrinación por el desierto de las deudas y los descensos. A ello se ha sumando una errática estrategia tanto por parte de las instituciones como de los 'inversores' que han descontrolado las cuentas del Logroñés. Mientras tanto, en la calle sólo ha habido el ruido de los pocos fieles que han seguido al club blanquirrojo. ¿Se merece la ciudad tener un equipo en categoría profesional? Es duro responder a esta cuestión. Más fácil -y quizá más práctico- es soñar con que de una vez por todas el fútbol del Logroñés volverá a protagonizar los comentarios del café de los lunes.